1- La abstención favorece a los partidos grandes. Lo mejor es votar en blanco.
En realidad es justo al contrario. La abstención ni beneficia ni perjudica a nadie en concreto, ni a pequeños ni a grandes; a la hora de hacer los cálculos matemáticos para el reparto de escaños, simplemente ignoran la abstención en sus cálculos totales. En cambio, los votos en blanco sí que se suman al total de votos emitidos y esto tiene el perverso efecto de perjudicar a los partidos pequeños, ya que para poder optar al reparto de escaños los partidos necesitan haber obtenido como mínimo el 3% de los votos totales. Los votos en blanco, al sumarse a los votos totales hacen que esa barrera sea más alta y por tanto hacen aún más difícil para los partidos pequeños la obtención de un escaño, regalando esos escaños a los partidos más votados.
2- La abstención favorece a la “derecha” (suele referirse al PP).
Cuando se dice esta repetida frase, lo que en realidad se está diciendo es que para que no gobierne la derecha hay que conseguir que gobierne el PSOE (que sería la supuesta izquierda en este cuento). El PSOE es un partido neoliberal, represor, vendido a las élites económicas que dirigen este país, un partido defensor y ejecutor de la privatización de las empresas públicas, ejecutor del terrorismo de Estado, un partido que, a través de los antidisturbios bajo su control, ha reprimido con saña numerosas manifestaciones en el último año. El PSOE es la derecha, una derecha más moderna, barnizada de progre, pero nada más. IU por su parte solo aspira a ser el perrillo faldero del PSOE, ayudándole a ejecutar sus políticas derechistas a cambio de alguna poltrona.
3- La abstención es propia de vagos y de gente que pasa de la política
Este es el mensaje que tratan de trasmitirnos desde el poder, que el buen ciudadano es el que vota, porque ellos necesitan que les legitimemos su circo y que justifiquemos con nuestros votos sus sueldos y prebendas. En primer lugar, hay bastante gente que se abstiene de manera muy consciente, muy política. Y en segundo lugar, toda esa otra gente que no vota porque “pasa de la política” o porque le parece más atractivo irse a pasar el día al campo… seguramente votarían si supiesen que su vida, su trabajo, sus sueños o su felicidad iban a cambiar algo con su voto, no son idiotas… el caso es que, aunque no se lo planteen de manera formal, saben que estas elecciones son un show mediático en el que poco importa el resultado, y por tanto, están tomando una decisión política al decidir no votar, aunque no lo verbalicen así.
4- Si no votas no tienes derecho a quejarte luego.
Más bien parece al contrario. Si votas a un partido que realiza políticas económicas que nos perjudican a todos (y puesto que todos hacen las mismas políticas económicas, pues…), serás tú precisamente quien menos pueda quejarse, pues has sido tú el que le ha entregado a ese partido un cheque en blanco (eso es un voto en este sistema) para hacer lo que quiera.Serán precisamente las personas que no hayan votado, las personas que se hayan negado a legitimar este circo engañabobos, las que estén cargadas de razón para quejarse y luchar contra esos ladrones y sinvergüenzas a los que ellos ni han votado ni han dado permiso de ningún tipo para hacer lo que hacen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario