Mayo de 1937

Las Jornadas de Mayo de 1937 muchas veces llamadas también Sucesos de Mayo o Hechos de Barcelona, son una serie de enfrentamientos sucedidos entre el 4 y el 8 de mayo de 1937 entre los sectores propicios al mantenimiento de la Revolución, como la CNT, la FAI, el POUM y otros grupos menores como la Agrupació de los Amigos de Durruti o la trotskista, Sección Bolchevique-Leninista de España, y los proclives a un regreso a la legalidad de la República, principalmente las autoridades y los partidos PSUC, extensión del Partido Comunista en Cataluña, Esquerra Republicana de Cataluña, Acció Catalana Republicana y Unió de Rabassaaires.


Eran dos concepciones distintas de revolución, por un lado la revolución proletaria y por otro la revolución democrática. Unos propugnaba por hacer primero la revolución para ganar la guerra y otros primero ganar la guerra para después hacer la revolución.





CRONOLOGIA DE LOS HECHOS

Tres de mayo

Un cuerpo de 200 policías mandados por el consejero catalán de Orden Público de la Generalidad de Catalunya, Rodríguez Salas, trata de tomar por la fuerza el control del Edificio de la Central de Telefónica de Barcelona. La central está controlada desde el comienzo de la guerra por la CNT. Las compañías de guardias de asalto irrumpen en el edificio hacia el mediodía pero los anarquistas se hacen fuertes en las plantas superiores, atrincherandose y resistiendo el ataque.

Esta escaramuza es el inicio de los enfrentamientos y los combates en diferentes puntos la ciudad. Se levantan barricadas, y las unidades de policía ocupan azoteas y torres de iglesias, siendo arrestados numerosos miembros de la CNT y del POUM. Pese a ello las emisoras de radio de la CNT y la FAI llaman a sus miembros al cese de las hostilidades.
Las baterías costeras, bajo el mando de la CNT, apuntan al edificio de la Generalitat.

Cuatro de mayo

Prosigue la construcción de barricadas en las calles. El Palacio de Justicia es ocupado por la policía, al igual que algunos centros de la CNT. A las once de la mañana los delegados de los sindicatos de CNT se reúnen y acuerdan hacer todo posible para restablecer la tranquilidad. Se elige un comité especial para negociar con el gobierno una solución para el conflicto. Hacia las cinco de la tarde, son abatidos por la policía varios anarquistas cerca de la Vía Durruti (Vía Laietana). El POUM apoya públicamente a la resistencia.
La Sección Bolchevique-Leninista de España, grupo oficial de la IV Internacional, distribuye en las barricadas de Barcelona octavillas tituladas "Viva la ofensiva revolucionaria", que incluyen el siguiente texto: "Viva la Ofensiva revolucionaria - Nada de compromisos - Desarme de la GNR y Guardia de Asalto reaccionarias - El momento es decisivo - La próxima vez será demasiado tarde - Huelga general en todas las industrias que no trabajen para la guerra, hasta la dimisión del gobierno reaccionario - Sólo el Poder Proletario puede asegurar la victoria militar - Armamento de la clase obrera – Viva la unidad de acción CNT-FAI-POUM – Viva el Frente Revolucionario de Proletariado – En los talleres, fábricas, barricadas, etc.: Comités de defensa Revolucionaria."

Cinco de mayo
El presidente autonómico, Lluís Companys, llega a una frágil tregua con los diferentes grupos, dimitiendo el anterior gobierno autonómico y formándose otro.
A las nueve y media de la mañana la Guardia de Asalto ataca la oficina central del sindicato médico, en la Plaza Santa Ana en el centro de la ciudad, y la sede central de la Federación Local del FIJL.
Un grupo anarquista llamado Agrupación de los Amigos de Durruti publica una octavilla que declaraba que "Ha sido constituida una Junta Revolucionaria en Barcelona. Todo los responsables del golpe de estado, que maniobran bajo protección del gobierno, serán ejecutados. El POUM será miembro de la Junta Revolucionaria porque ellos apoyaron a los trabajadores". Tanto la CNT como la FIJL rechazan participar en la iniciativa de la agrupación.
Hacia las cinco de la tarde los escritores anarquistas italianos Camillo Berneri y Francesco Barbieri son detenidos por un grupo de doce guardias, seis de ellos de la policía municipal y el resto miembros del PSUC. Ambos son asesinados durante su arresto. Hacia la noche, llega a la ciudad Federica Montseny, ministra de Sanidad y miembro de la CNT, con el propósito de mediar entre las partes.

Seis de mayo
Durante la madrugada la dirección de la CNT apela una vez más a los trabajadores a la vuelta al trabajo. Una fuerza de aproximadamente 5.000 miembros, la mayoría de ellos Guardias de Asalto, y dos buques de guerra son mandadas hacia Barcelona desde Valencia y Madrid, ante lo cual la mayor parte de los trabajadores en huelga abandonan la resistencia y la Central de Telefónica es entregada al gobierno.

Siete de mayo
A las ocho y veinte de la mañana llega la expedición de los guardias de asalto a Barcelona, ocupando distintos puntos neurálgicos de la ciudad. Se producen los últimos enfrentamientos, arrojando una cifra total de más de 500 muertos y alrededor de 1.500 heridos a lo largo de las Jornadas.

Ocho de mayo
Las calles vuelven a la normalidad con algunos incidentes aislados y se empiezan a desmontar las barricadas.
Las Jornadas de Mayo tuvieron también un campo de actuación secundario en muchos pueblos, principalmente de las provincias de Barcelona y Tarragona. Tras los sucesos, caerá el Gobierno de la Victoria de Largo Caballero, con sus dos ministros miembros de la CNT, Federica Montseny y Joan García Oliver, los cuales se habían desplazado a Barcelona durante los incidentes tratando de pacificar la situación.