El alcaldable de ERC por Barcelona, Jordi Portabella, ha propuesto hoy sustituir la actual configuración de la red de autobuses urbanos por otra en cuadrícula, similar a la de Nueva York, que ofrecería diferentes líneas mar-montaña y otras en dirección Besós-Llobregat. Portabella, que ha participado en un almuerzo coloquio sobre las Infraestructuras de Barcelona, organizado por el Colegio Oficial de Ingenieros de Caminos en un ciclo de comparecencias por el que pasarán todos los candidatos, ha recuperado esta idea planteada hace unos meses por diferentes entidades de transporte porque, a su juicio, es viable, aunque de momento no cuenta con el respaldo de muchos de los técnicos municipales de movilidad. El candidato republicano ha señalado que este sistema facilitaría los intercambios a los usuarios, ya que las paradas de conexión nunca estarían a una distancia de más de cien metros unas de otras, y no obligaría a los viajeros a conocer los trayectos de las líneas como ahora. Portabella ha propuesto también la utilización de la red del sistema ferroviario urbano ya existente (Renfe, FGC y Metro) para el transporte nocturno de mercancías de domingo a jueves, lo que permitiría reducir el colapso que provoca actualmente la distribución por superficie durante el día. El candidato ha indicado que se trata de una idea que está en estudio y de la que se beneficiarían las mercancías no peligrosas que llegan al puerto de la capital y deben ser distribuídas por medio de camiones o furgonetas, pero siempre en un horario y un calendario que permita el mantenimiento de la red ferroviaria y que no vayan en contra tampoco de su uso para pasajeros. Esta medida complementaría la distribución de mercancías por superficie que se está haciendo ya por la noche, o al sistema de reparto con vehículos eléctricos y bicicletas que se está experimentando en el distrito de Sant Andreu. Portabella ha defendido también el desarrollo de un plan de metro con 19 líneas, dirigidas por un único operador (dependiente de la Generalitat) que incluiría las actuales cinco líneas de TMB, las tres de Ferrocarriles de la Generalitat y las cuatro de Cercanías de Renfe. A ellas se sumarían los funiculares de Vallvidrera y Montjuic y cuatro líneas más que conectarían diferentes localidades del Vallès, el Baix Llobregat y el Barcelonès Nord.Otro de los aspectos que ha abordado Portabella en el coloquio ha sido la conexión de las dos actuales líneas de tranvía (Trambaix-Trambesós), que a su juicio deberían unirse en la Gran Vía, ante la dificultad que supondría hacerlo en la avenida Diagonal por la sincronía semafórica.Al igual que hace unos días manifestó el alcalde Jordi Hereu, Portabella sólo es partidario de la construcción del túnel Horta-Vallès para uso ferroviario, y ha advertido de que la boca de este túnel que desembocaría en Barcelona colapsaría el tráfico del barrio de Horta si fuese utilizado por vehículos privados. Portabella también ha insistido en que ERC ha sido el único partido que ha mantenido su postura sobre el trazado del AVE por Barcelona, por la calle Aragón, para el que sólo sería necesario ampliar el actual túnel, que discurriría más lejos de los edificios que el previsto por Mallorca y Provença y que permitiría la creación de un apeadero del tren de alta velocidad en el Passeig de Gràcia.
La Vanguardia
24 de abril de 2007
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