jueves, 20 de diciembre de 2007

Israel ha impedido salir de Gaza a 825 enfermos críticos


De nada han servido hasta ahora las denuncias de la Organización Mundial de la Salud, la Cruz Roja o la propia UE. El cierre de fronteras impuesto por Israel desde junio en Gaza como represalia a la toma del poder de Hamás está teniendo efectos devastadores. "A millones de palestinos se les niega la dignidad. No de vez en cuando, sino todos los días", advirtió el jueves la Cruz Roja. Esta política de castigo colectivo, que ha arruinado la industria, la agricultura y ha puesto al borde del colapso a los hospitales y al sistema de aguas, afecta especialmente a los pacientes que requieren tratamiento urgente fuera de Gaza para salvar la vida. Desde junio, Israel ha negado la salida a 825 enfermos críticos, casi un cuarto de las solicitudes, incluidos niños y mujeres. En ciertos casos, la condiciona a que los pacientes se conviertan en confidentes. Resultado: 44 muertos desde junio, según el Gobierno palestino. Israel aduce "razones de seguridad" para vetar la salida de los pacientes.
Los hospitales de Gaza carecen del equipamiento necesario para realizar trasplantes y algunos tratamientos y cirugías, desde el cáncer a las cardiovasculares. De acuerdo con la ley internacional, Israel debería ocuparse de estos casos o como mínimo autorizar su traslado a centros sanitarios de Cisjordania, Jerusalén Este, Egipto o Jordania. Pero el Estado judío niega su condición de potencia ocupante y considera los traslados como un "gesto humanitario". Un gesto que nunca llegó para Tamir Al Yazi, de 12 años. Su varicela se complicó al aparecer un derrame en el cerebro. Los médicos pidieron su traslado, pero el permiso nunca llegó. A los seis días fue enterrado.Yaaser Abú Haya, de 36 años y padre de siete hijos, tenía todo listo para ser operado del corazón en un hospital palestino de Naplusa. Pero al llegar a la frontera, el espionaje israelí puso condiciones a su salida. Le pidieron información sobre su hermano, de las Brigadas de Al Aqsa. Querían que se convirtiera en confidente. Abú Haya se negó. "Vete a morir en Gaza y que te cure tu hermano", le respondieron los agentes. Un último ejemplo de los 825: Alá Huda, 23 años. Recibió una veintena de disparos en las dos piernas. Los médicos intentaron trasladarle a Israel, pero se le denegó el permiso porque en junio el Tribunal Supremo israelí dictaminó que solo se debe permitir la entrada a pacientes con riesgo de muerte. Para Al Huda no estaba en juego su vida sino su calidad de vida. "¿Vida?", se pregunta ahora desde su casa de Beit Lahiya. "Ser cojo en Gaza significa ser incapaz de trabajar y de formar una familia. Es decir, no tener vida".

viernes, 14 de diciembre de 2007

La burbuja a punto de pinchar...

El lobby de las grandes empresas inmobiliarias, el conocido como G14, prevé que la crisis del sector se cobre cerca de medio millón de puestos de trabajo en los próximos dos años. La caída de las ventas ha forzado a los promotores a disminuir los niveles de producción para ajustarse a la demanda. Este descenso de la actividad que se traducirá en una pérdida de entre 200.000 y 250.000 empleos en 2008, cifras que podrían aumentar sensiblemente en 2009, según el estudio encargado por el grupo a Analistas Financieros Internacionales (AFI). La crisis se agudizó a partir del mes de agosto coincidiendo con el estallido de la crisis de las hipotecas subprime en Estados Unidos y el cierre del grifo de la financiación bancaria tanto a empresas como a compradores. «Un parón en la financiación tiene un impacto directo en los compradores finales» dijo Pérez, quién advirtió que algunas entidades financieras ya están denegando subrogaciones de propietarios al préstamo del promotor. Desde ese mes, las ventas han caído entre un 30% y un 50% -dependiendo de la zona- con respecto al primer semestre del año, en el que la comercialización de pisos había descendido una media del 15%. Esta parálisis de la demanda ha forzado a los promotores y ha suspendido el inicio de nuevas promociones para dar salida al stock disponible, de tal forma que desde agosto las viviendas iniciadas han retrocedido un 40%.

Después de la leche y los cereales, ahora lo que va a subir es la carne

Después de la subida de la leche en octubre, a la que siguió la de los cereales en noviembre, el Banco Central Europeo (BCE) ha advertido a los consumidores de que van a subir más a corto plazo los precios de la carne, y no descarta el aumento de otros productos de primera necesidad.
En un artículo del boletín mensual de diciembre, el BCE dijo que el incremento de los costes de producción se va a trasladar al precio de venta, como sugieren los datos disponibles del mes de noviembre. El banco europeo prevé un importante aumento del precio de la carne, debido "al reciente incremento de los costes de producción de los piensos". El BCE consideró que la perspectiva para los precios de los alimentos dentro de la zona del euro, y en el resto del mundo, es "muy incierta".

La evolución de los precios de los alimentos depende de un gran número de factores que son difíciles de predecir, como los avances tecnológicos y posibles cambios en la política energética.
De cualquier manera, el BCE aseguró que existen riesgos al alza sobre los precios de los alimentos a medio plazo.


20 minutos
14 de diciembre de 2007

Vease Biocombustibles y sus graves consecuencias.

viernes, 7 de diciembre de 2007

15 jóvenes ocupan una finca con vecinos que sufren acoso

Evidentemente son okupas, pero huyen de esa etiqueta, como de la de antisistema. Solo son, cuentan, jóvenes estudiantes o trabajadores que están hartos y que se han ido conociendo en talleres contra el mobbing inmobiliario, manifestaciones o reuniones sobre el derecho a un piso. Por eso, ayer volvieron a actuar y una quincena de miembros de un colectivo que lleva a cabo el proyecto denominado Promoció d'Habitatge Realment Públic (PHRP) abrieron las puertas de seis viviendas deshabitadas de la finca del número 33 de la calle de Avinyó, un edificio semiabandonado de Ciutat Vella en el que los cuatro inquilinos que quedan han denunciado al dueño por acoso. Cumplen así su doble objetivo: por un lado, según explicó Sara, una asistenta social que participa en esta acción, apoyan a los vecinos que sufren hostigamiento, y por otro, ejercen su derecho a tener una vivienda digna y adecuada, como recoge el artículo 47 de la Constitución, que precisamente hoy celebra 29 años.No es la primera vez que llevan a cabo una okupación similar. El grupo, compuesto ya por cerca de 50 jóvenes, inició la campaña PHRP en mayo del pasado año y desde entonces han okupado viviendas en los números 6 de la calle de Amargós; en el 13-15 de la calle de Magdalenes (ambas en el Gòtic), y en el 44 de la de Tallers (en el Raval).
Como en aquellas ocasiones, en la finca de la calle de Avinyó los jóvenes han invertido varias semanas en poner en condiciones los pisos en los que han decidido instalarse, ya que después de 15 años cerrados estaban en un estado "bastante lamentable", explicó ayer Víctor, otro portavoz del colectivo, cartero de profesión.Así, tras arreglar desperfectos, pintar los seis pisos y dejarlos impecables, los jóvenes empezarán a instalarse durante los próximos días en este bloque de cinco plantas, que desde ayer a las 13.00 horas ya luce en su fachada un gran cartel, similar al de las promociones de la Administración, que anuncia que en el inmueble se está construyendo "vivienda realmente pública". A partir de esta tarde, y después de tantos días de discreto ajetreo, empezarán, dicen, a presentarse al vecindario. "Algo haremos, igual les invitamos a tomar un té", comentó Sara.

El Periódico de Catalunya
6 de diciembre de 2007