Que poco duran las alegrías de los mercados. Hace escasamente cinco días las bolsas europeas subian tras la noticia del acuerdo alcanzado por la UE sobre la deuda griega. Bruselas pactaba una quita, es decir, renunciaban al 50% de la deuda griega, y aumentaba el fondo de rescate europeo a un billón de euros. Euforia, alegría, felicitaciones, politicos contentos, choque de manos, palmaditas en la espalda, fotos sonrientes y subida espectacular de las bolsas. Se creían los salvadores del Euro. Pero cinco días después resulta que todo cambía. La decisión del primer ministro griego Papandreu de convocar un referéndum para que la población griega pueda elegir sobre este pacto europeo ha hundido las bolsas de toda Europa y a Wall Street. La posibilidad de que la población vote democráticamente no ha sentado nada bien a los mercados financieros ni a los políticos europeos que inmediatamente han actuado y están presionando en estos momentos al gobierno griego para que cambie de opinión y no convoque el susodicho referéndum. Ahora sólo falta ver en las próximas horas como se desarrolla este nuevo episodio de la crisis europea, que desde luego no pinta nada bien para la democracia europea, no ya solamente porque los políticos europeos y estadounidenses presionen a un gobierno para que no someta unas medidas a la voluntad popular, sino a otra serie de aconteciminetos que estan sucediendo tras los bastidores y que no vemos, como la destitución de la cúpula militar griega, y que podrían indicar otra serie de sucesos todavía más graves, como la posiblidad de un golpe de carácter militar, auspiciado y alentado por el poder financiero.
Y por cierto, a escasos días de las elecciones en España, y para desgracia del Psoe, el estar al frente actual del gobierno le obliga a hacer declaraciones también presionado por Europa y los mercados. Por ello tanto el candidato Sr. Rubalcaba, como el ministro Blanco y la vicepresidenta Salgado han lamentado la convocatoria del referéndum y que se de la posibilidad legitima al pueblo griego de poder decidir. Por eso el lema de las elecciones de Rubalcaba, "Pelea por lo que quieres", demuestra que no es más que una falacia, una campaña de marketing para ganar las elecciones y después seguir haciendo lo que dictan los mercados, ni guiños al 15M, ni a la izquierda, ni a la población. No hacen falta guiños ni declaraciones de intenciones sino hechos como este.
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